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jueves, 14 de enero de 2010

Conexión con el Alma

El Laberinto es una rueda del tiempo multidimensional en la cual estamos atrapados vibracionalmente hasta que tenga lugar nuestra Ascensión personal.

Somos uno, solemos decir, refiriéndonos a nuestra unidad con todo lo superior en nosotros en Dios. Sin embargo esta expresión va mucho más allá de esta creencia.

Somos uno multidimensionalmente.

Somos uno con todos nuestros Yo-multidimensionales, por lo tanto poseemos un cuerpo multidimensional. Este está formado por el campo energético de una persona que coexiste a su vez con sus múltiples Yo.

Nuestro cuerpo multidimensional está formado por 33 cuerpos energéticos que a los fines didácticos se clasifican en cuatro grupos de ocho lo cuales responden a un elemento del planeta más el 5° elemento, la Quintaesencia que forma el cuerpo de Luz o Adán Kadmón.

Cada uno de mis Yo-multidimensionales cree ser único en su espacio-tiempo.

¿Por qué? Porque está atrapado en una célula de tiempo que es su presente.

Ese Yo-multidimensional se manifiesta en su espacio-tiempo [lugar y época] a través de una Personalidad (la Máscara) y un Ego/Niño Interior, que se expresa por medio de un cuerpo físico.


Nuestra Alma sabe cómo sacarnos exitosos de este enredo que es nuestra vida en 3D

¿Cómo es que perdimos nuestro contacto con ella?


Por lo general, en nuestros primeros años de vida, nuestra Alma, nuestro Ego/Niño Interior y nuestro Yo-Personalidad, se encuentran integrados. Somos por fuera lo que somos por dentro.

Esta conexión Alma/Ego/Niño Interior/Yo-Personalidad o Yo-Tríptico, que es el nombre que le daremos a esta trilogía en este seminario, es realizada por nuestro hemisferio derecho del cerebro.

La ruptura de esta conexión puede darse antes o después de los siete años pero un hecho significativo es la inserción en el sistema educativo existente, el cual privilegia el desarrollo del hemisferio izquierdo de nuestro cerebro, en detrimento del derecho. Nos volvemos lógicos. Con el tiempo, nuestro hemisferio derecho se atrofia y perdemos la conexión con “lo ilógico, lo imaginativo” que es lo que nos conecta con las otras dimensiones y nuestra salida del laberinto con ayuda de nuestra Alma.

Esto genera que únicamente nos queden para guiarnos en nuestras elecciones de nuestra vida, nuestro Ego/Niño Interior y nuestro Yo Personalidad.


SOBRE EL ALMA

Mi YO SOY, el Dios en mí, dibujó MI VIDA grande en la multidimensionalidad para darme la oportunidad de manifestar al ser de luz que verdaderamente Yo soy ascendiendo en materia.

Conforme a este diseño, mi Alma Colectiva, la de todos mis yo-multidimensionales, grabó en el Plano Azul Original las experiencias que le permitirán forjar esa realidad.

Mi Alma Colectiva y la de todos los seres que vinieron a este plano, forman el Alma de la Humanidad. Ella interactúa con el Alma de la Tierra.

La Tierra está formada por una extraña especie de seres 5D que por amor, el más grande Amor Incondicional, aceptan formar un nido para que las Almas evolucionen poniendo en práctica la consigna para este Universo Local que es el Libre Albedrío.

Estos seres que anidan formando Terra no tienen Libre Albedrío. No por ser seres inferiores en evolución diferentes del humano que sí lo tiene, sino porque no tienen dualidad.

Ahora bien esta consigna del Libre Albedrío se respeta siempre y cuando no afecte un orden universal. Si así ocurriera, no podrá seguir anidándonos como especie y deberá volver a 5D desde donde “descendió”.

Nuestra Alma Colectiva siempre mantiene la conexión con las dimensiones superiores. Esto le permite poder guiarnos para trabajar en su propia curación en cada espacio-tiempo cuando nuestras elecciones equivocadas basadas en nuestro Ego/Niño Interior la van marcando.

Su esencia se halla afectada por las elecciones en la multidimensionalidad de cada uno de nuestros Yo-multidimensionales. Cada Yo en cada espacio-tiempo tiene una misión, un aprendizaje y una serie de lecciones que aprobar o destino. El no cumplimiento de esos aprendizajes forma el Karma Colectivo que pesa sobre la Tierra en 4D y que se manifiesta en el mundo físico (3D) a través de la repolarización o cambio de polaridad de los rayos cósmicos. Estos fueron estudiados por la Metafísica tradicional y son las frecuencias a través de las cuales Dios manifiesta Su Amor a Su creación.

En cada espacio-tiempo una frecuencia de esta Alma Colectiva es la que nosotros identificamos como nuestra Alma.

El Alma Colectiva diseña el proyecto de vida álmico para cada espacio-tiempo-vida, basándose en el Plano Azul Original diseñado por el Yo Soy y firma contratos con otras Almas que le procurarán las experiencias que necesita para evolucionar. Generalmente estos contratos abarcan varios espacios-tiempo-vida.

Simple economía del Universo que se manifiesta actuando nuestros aprendizajes en varias dimensiones simultáneamente, precisamente cinco, lo cual se denomina pentadimensionalidad.

SOBRE EL EGO

El Ego es nuestro Niño Interior. Tiene toda la información de la energía 4D de nuestra multidimensionalidad. Su forma de actuar es protegiéndose de lo que le da miedo. Activa todos los mecanismos de defensa para sobrevivir y tiene acceso a nuestro cuerpo, enfermándolo si es necesario, con tal que nos detengamos en producir lo que le está ocasionando miedo.

Tenemos una niña y un niño internos manifestaciones de nuestros aspectos yin y yang, femenino y masculino.

Cuando comenzamos nuestro trabajo con nuestro Ego/Niño Interior lo vemos por lo general tal como nosotros nos recordamos en una foto vieja, detenidos en nuestra mente en aquel momento de nuestra vida. Sin embargo, cuando nuestro trabajo interno avanza esta relación se profundiza y tal vez lo veremos como varón o mujer, vestido como en esta época o en otra, hasta totalmente distinto de cómo nosotros nos veíamos de niño.

¿A qué se debe esto? A que por el aprendizaje que estemos atravesando veremos aparecer tal vez a nuestro niño conocido con otro niño del mismo sexo o distinto y que es la manifestación del Ego/Niño Interior de uno de mis yo multidimensionales que se encuentra trabajando conmigo esa misma situación en que el Juego del Laberinto pentadimensional nos reúne.

El Ego/Niño Interior es un niño sabio, conoce los éxitos y fracasos, los miedos, las culpas, las limitaciones DE TODOS LOS YO-MULTIDIMENSIONALES, en TODOS LOS ESPACIOS-TIEMPO. Los miedos de mis yo multidimensionales son mis miedos.

El Ego/Niño Interior forma nuestra energía cuartodimensional (4D) pura, dual, única, dinámica y multidimensional y está en contacto con la energía 4D planetaria, común a todos los Yo-multidimensionales del Ser Humanidad, que forma el Plano Astral Planetario.

Es dual porque tiene como componentes formas pensamiento y emociones, tanto positivas como negativas.

Es única porque es común a todos los Yo-multidimensionales.

Es dinámica porque se desplaza por gradiente de concentración. De un lugar de mayor concentración a un lugar de menor concentración.

Es multidimensional porque actúa en el Eterno Presente, en todas las dimensiones del Universo local.

Esto hace que cuando nosotros nos proponemos hacer algo en nuestra vida, también lo estamos haciendo con las mismas energías reunidas en otro espacio-tiempo. El enfoque temporal dependerá del momento en que nos traslademos a lo que nuestra mente lineal considera ”pasado”.

Aquello que hemos venido a trabajar como misión en este espacio-tiempo-vida es lo mismo por lo que nos han perseguido, asesinado o condenado de muchas formas en distintos espacios-tiempo, por lo tanto, nuestro Ego/Niño Interior, niño sabio, sabe a lo que nos hemos expuesto a causa de ello. Como nuestro Ego sólo se maneja en base a sus miedos y con culpa por los errores cometidos, carece del discernimiento del Espíritu y nos bloquea impidiéndonos incluso ver que lo que no nos deja acceder a nuestra misión es sólo miedo. Pero no es un miedo cualquiera. Es un miedo kármico que no debemos anular sino integrar a nuestro Yo-Personalidad, ascendiendo la energía bloqueante con ayuda de nuestra Alma.

Sólo aprendiendo a respetar nuestras frecuencias internas integrándolas en armonía es como lograremos salir del Laberinto.

Un abrazo desde el Alma

Brinda Mair